Alguien ha pensado en que será del periodismo en el futuro

Desde siempre, el periodismo se ha presentado como una profe­sión que se encuentra en constante adaptación. Y eso no es algo reciente, pero aho­ra son muchos los cambios y también rápidos y globales, marcados por la transformación digital, lo que sitúa al periodismo ante un nuevo ecosistema cuestionando lo que debe transfor­marse y qué debe permanecer en el pe­riodismo del futuro re­forzando su papel esencial dentro de las sociedades democráticas, para lograr llegar a las nue­vas generaciones y con ello poder ser viable. Desafíos y oportunidades son las que atraviesan este apasionante debate.

Más allá de querer generar controversias, el debate que se ha generado debido al estado de salud del periodismo dentro del mundo ha gene­rado unanimidad entre los profesionales del sector que han sido convocados por HERALDO. En este aspecto, todos alcanzaron a coincidir en que la sociedad se encuentra más informa­da que nunca, incluso se podría decir aquejada de infodemia o sobreabundancia de infor­mación; siendo la intervención terapéutica del periodista im­prescindible. De esta forma lo señala Fer­nando Ruiz, quien es el coordinador de Contenidos Informativos de Factoría Plural, “nunca ha sido tan difícil informarse bien”.

Por si fuese poco, a tal sobreabundancia informativa, que viene siendo un producto directo de la revolución tecnológica, se le adiciona “la incapacidad que, en muchas ocasiones, tienen los usuarios para discer­nir entre lo relevante y lo que no lo es”, señala Elena Capapé, quien es la vicedecana del área de Comunicación de la Facultad de Comuni­cación y Ciencias Sociales de la Universidad San Jorge. Nos invaden los motores de búsqueda, las redes so­ciales, entre otros tantos intermediarios entre los usuarios y las fuentes de información, que el ruido que ahora se genera dentro del mensaje podría resultar ensordecedor.

Este se trata sin duda, de un terreno que se ha abonado pa­ra que germinen “los bulos y la información no veraz de manera rápida y preocupante, que generan la actual falta de credibilidad en algunos medios y profesionales”. Señala Capapé que: “La transformación tecnológica ha sido muy rá­pida y no es fácil adaptarse a estos cambios, a estas nuevas formas de comunicación e información”. Del mismo modo apunta Ruiz, que la opinión pública so­bre el rol del periodista no se encuentra en su mejor momento por lo que se debe pelear para recu­perar dicha credibilidad. “Nos hemos dejado llevar por la información fácil, cuando te­nemos que ir hacia la información difícil, a la que cuesta acceder en redes sociales so­ciales y en digital”.

En tal sentido, la vice­decana de la Universidad San Jorge, se ha dedicado a plan­tear la imperiosa necesidad del periodismo por “volver a su esencia, a la base, a estar donde está la ciudadanía, a salir a la calle, a ser útiles, a perseguir la verdad”, y es que, si bien la tecnología nos acerca a fuentes que en otros momentos eran impensables acceder, en simultáneo “genera lejanía con las au­diencias, falta de proximidad”.

La libertad de prensa

Pero esto no es algo que sea sencillo, ya la libertad de prensa continúa siendo per­seguida en diversos países, donde la cifra de perio­distas que son encarcelados y asesinados va creciendo día a día. Tal situación significa que la figura del pe­riodista viene siendo de igual manera relevante y es por eso, que en ocasiones, suele ser “silenciada”.

“Despresti­giar la figura del periodista, atentar contra su credibilidad, es el único recurso que les queda a los poderes que pretenden socavar la democracia en el mundo”, ésta es una reflexión a la que llega Gabriel Sopeña, vicedecano de Cul­tura, Proyección Social y Relaciones Insti­tucionales de la Facultad de Filosofía y Le­tras de la Universidad de Zaragoza, en la que imparte el grado de Periodismo. Porque, en medio de tantas herramientas tecnológicas, “lo único que le queda al periodista es su credibilidad, combinar esa urgencia de la noticia con la pausa de una buena formación, de un buen instinto, que le permite tamizar la noticia y transmitirla de una manera amo­rosa, con estilo”.