¿Y si el Internet deja de existir?
«Cuando estamos solos, buscamos en Internet lo que realmente queremos en la vida». Esta es una frase con la que se puede englobar el principal problema que se vivió durante el Gran Diluvio, de esta manera se llamó al momento cuando la nube digital se vio vulnerada y sus datos comenzaron a llover.
En este mundo todo es guardado en la red, fotos, textos, historiales de navegación, entre muchos más, un acceso total a ello podría resquebrajar a la sociedad, mucho más que un cataclismo que se viva en Wall Street. Tan solo pensemos en todo ese contenido que se creía privado, pase a ser público.
De acuerdo a ‘The Private Eye’, el cómic escrito por Brian K. Vaughan y Marcos Martín, lo peor ha de ser que se conozcan los historiales de navegación. Cuando ya hemos pensado que nadie nos esta observando es cuando actuamos como en realidad somos, sacando lo peor y lo mejor que tenemos.
El hecho de que todo salga a la luz hizo que se rompieran familias, se despidieran a las personas y el mundo llegara a sufrir una hecatombe sin parangón. Esta es posiblemente una ficción que podría distar un poco de lo real cuando las noticias de robos de datos digitales pueden ser escuchadas a diario.
La paranoia generada le llevó a las personas a que para la década de 2070 el Internet ya fuera historia. La huella digital fue rechazada, las personas caminan por las calles con máscaras a fin de poder ocultar su identidad y la policía se encuentra en manos del Cuarto Poder, es decir, de los periodistas. Todo ahora se ha vuelto analógico nuevamente y no existe nada digital debido al miedo que infunde un segundo diluvio.
En medio de tal situación, Patrick Immelman quien trabaja como paparazzi, o como detective privado sin licencia que es como se les conoce en la actualidad a los paparazzi saca a la luz del día los trapos sucios de las personas pero como se hacia en la vieja usanza: persiguiendo y fotografiando todo lo que busca. Todo toma un vuelco cuando una mujer que lo contrata apareció asesinada. Y lo que en un principio parecía un robo con violencia, ahora esconde la punta de un complot secreto que podría destruir los cimientos de esta nueva sociedad.
¿Qué pasaría en realidad?
Inicialmente podría ser que el impacto que se genere en la economía no sea tan severo pues la experiencia vivida en 2008, por el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos nos aseguró que la caída de internet podría tener un efecto financiero que sería sorprendentemente insignificante.
Concretamente, algunas personas podrían atrasarse en sus trabajos, aunque la economía ha sido diseñada para continuar funcionando con lo que en esencia viene a ser algo semejante a lo ocurrido durante un fin de semana largo. De hecho, si nos encontramos sin red durante un corto período puede incrementar la productividad, de acuerdo a un estudio realizado por Scott Borg (representante de Cyber Consequences Unity).
Allí, los empleados buscaron la manera de realizar actividades que usualmente dejaban para último momento como: ponerse al día con las obligaciones y los papeles de la oficina. En el caso de los viajes, estos tampoco se verían tan afectados a corto plazo, en tanto la desconexión no supere uno o dos días. Los aviones cuentan con la capacidad de funcionar sin internet, mientras que los colectivos y trenes también pueden hacerlo.